El alpinista es quién conduce su cuerpo allá dónde un día sus ojos lo soñaron
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Gaston Rébuffat

viernes, 5 de agosto de 2011

Refugios de Montaña


En un refugio de montaña, hay dos maneras de levantarse: con mal cuerpo o con peor. Una mezcla de poca higiene, dormir con los ronquidos de mucha más gente, levantarse a las 5 de la mañana, ir al baño y encontrar un agujero en el suelo, que, con suerte, tiene asa para agarrarse...eso y el desayuno, el frío...hace que el día de cima, el
Importante, sea complicado nada más empezar.
Luego, la diferencia entre mal cuerpo y peor, radica, fundamentalmente, en la temperatura de la habitación y en el nivel de ronquido ajeno, que el propio no suele molestar. En el Elola (Gredos), sacar un brazo del saco y de la manta supone arriesgarse a perderlo. Por supuesto, nadie se atreve a quitarse la camiseta para hacerse el lavado del gato. Sales del saco tiritando, desayunas tiritando y sales a andar tiritando. En el Toubkal (Atlas, Marruecos) se está mejor. Hay duchas calientes, buena comida y gente amable. Eso sí, las habitaciones son demasiado grandes: demasiada gente sucia roncando. Es curioso, como es raro que haya ducha en un refugio, la gente lo tiene tan asumido que ni aunque haya, y caliente, la usan. Para mí, tras una buena paliza en el monte, no hay nada mejor que un fregado. En Góriz (Monte Perdido, Los Pirineos) hay ducha, pero fría como un glaciar. Aún así, es una gozada. No digo lo mismo de los baños, absolutamente asquerosos. No voy a entrar en detalles escatológicos, pero es algo desagradable. Mucho. Luego están los excepcionalmente turísticos, como el Teodulo (Breithorn, Zermatt, Alpes Suizos). Buenas instalaciones y buena comida "a elegir", con carta. Claro, como se puede llegar en teleférico desde Cervinia en Italia...pero para los montañeros, o lo que seamos, ya no está tan bien. Los baños son asquerositos, sólo funciona un grifo, la cena es mala y el desayuno, lamentable. Qué café por dios. Eso sí, si tienes problemas para ir al baño..magia. Ahora, vete tú al agujero. El comedor para huéspedes mira directamente al Cervino por la cara italiana, y sería genial si no diera el sol de esa manera. No había manera de cenar sin gafas de sol y protector 147!! Sí, cenar, que es a las 19.00h.
A pesar de todos los inconvenientes e incomodidades, los refugios son, sobre todo, lugares en los que conoces gente de todo tipo, condición, educación y nivel montañero. Viejetes que han escalado todo lo escalable, críos que ahora se inician, domingueros y montañeros panceteros. Vamos, nosotros. Y eso, es veinte idiomas diferentes. Son insufribles, pero se echan de menos.

2 comentarios:

  1. macho, lo creas o no, hemos estado durmiendo 15 días en un peazo de casa... que era una pocilga en toda regla... un refugio hubiéramos querido :)

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  2. Pues nada, cuando me vuelvas me regalas el ático y yo te regalo un bonorefugio... :)

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