El alpinista es quién conduce su cuerpo allá dónde un día sus ojos lo soñaron
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Gaston Rébuffat

jueves, 9 de agosto de 2012

De Andermatt a Italia


El objetivo del día era salir de Suiza, que es muy caro y volver a Italia, que la pizzas cuestan 9 leuros. Ya de mañana, tras la ducha en la cámara de las SS (eso o baño de peli snaff) parecía que haría bueno, y fue así al menos un rato. Salimos de Andermatt pasando por pueblos suizos típicamente suizos. Carretera preciosa, curvas estupendas, todo ordenado y limpio...qué contraste con Italia!! Fuimos hilando pasos de montaña hasta llegar a Sion, y allí nos pegamos un buen atracón de comida típica: McDonald's. Es típica, pero no he dicho de dónde...allí llovió otra vez, y eso nos acompañó buena parte de la tarde. Ahora sí, ahora no. Íbamos bien enfundados en plásticos varios, todo glamour y presencia. Estábamos para encontrarnos con una horda de modelos suecas de 19 años...en fin...seguimos hacía Martigny.



Había un museo del San Bernardo. Se ve que es de ahí el perro pero no vi a nadie que ofreciera barriles con algún licor. Yo me habría colgado uno sin problemas. Desde luego, el paso de montaña que separa Suiza de Italia se llama Col du Grand Saint Bernard y es una maravilla. Salimos del túnel para subir el puerto, y me di el susto del viaje...menos mal que era a 20 km/h. Pasamos por un puente de madera de 4 tablones, pero estaban mojados y debí acelerar antes de salir del todo, así que se me cruzó la moto enterita...me vi en el suelo, pero mi pericia como ex piloto de MotoGP (...) me salvó. Qué vergüenza que te vean en el suelo envuelto en plásticos... Un susto sin consecuencias. Llegamos arriba y empezamos la bajada por una carretera mucho mejor y unas vistas que te dejaban sin aire. Qué bonito el paso fronterizo, lagunita incluida.




Hale, pabajo que ya es Aosta. Decidimos, como íbamos bien de tiempo, acercarnos a Courmayeur y ver el Mont Blanc por la cara italiana. Impresiona, aun cubierto de nubes. Vuelta y a buscar un hotel, que encontramos en la carretera, muy cómodamente. Un gran día, para cerrar las etapas alpinas. Ahora, toca playear y pajarear en la costa Azul, pero no creo que sea como Los Alpes...algún día, tendré una casa ahí para ir con mi Ferrari. Todo, muy modesto.

2 comentarios:

  1. me molan esas fotos! parece otoño!
    vaya moto-maleta tu ducati...

    -por cierto, me tendrás que explicar bien eso de que las de circuito sean naranjas para que se vean rojas por la tv... qué curioso...

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